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martes, 16 de diciembre de 2008

PROTECTOR

PROTECTOR

Reza un padre en so lecho de muerte.
Sosteniendo las manos de su hijo
Deja el amor y el recuerdo
Deja enseñanzas, deja sueños

El hijo afligido pidiendo más tiempo reza
Mientras un ultimo,
Su padre al cielo se lleva

Guía mis pasos padre amado,
guía mi vida por ese camino por tu fuerza por tu paz

Dame tu humildad,
dame aquella libertad…
de tus palabras, de tu corazón.

Caminaba el hijo al amanecer
Todos los días para orar
Sobre aquel riachuelo,
Aquel riachuelo donde su padre murió.

En la cristalinas aguas
Moja sus dedos
Y dibuja en su pecho
Una cruz de recuerdo.

Consuelo divino a un hijo
A un hijo sin su padre
A un hijo con el corazón
Guiado por un ángel

EN LA PIEL

EN LA PIEL

Mi piel morena y mis ojos negros
La sangre indígena que corre por mis venas.
Mis aguas, mi tierra, y el pasado de mi pueblo.
Eso soy, y eso seré siempre

MI CAMINO

MI CAMINO

La luz de la esperanza, desvanecida entre las manos de unos pocos, que rigen nuestros destinos.

La tierra cayéndose en pedazos, mientras que caminando entre el destino de saber hasta cuando; nuestras vidas seguirán siendo nuestra

La oscuridad de nuestros actos.
La oscuridad de nuestra obras.
La oscuridad en que hemos sumergido nuestro hogar, el único el de siempre

Ni el saber que queda poco, ni el saber que no habrá más, impide nuestro camino de muerte, sobre los pasos de el que la hizo vivir

OTRA VEZ

OTRA VEZ

El recuerdo del pasado,
la cicatriz de aquella herida.
El miedo de intentarlo otra vez
Y con la única opción de intentarlo

La vida, el sueño de vivir
La historia de uno entre millones
Que rodiado de gente,
la soledad de su oscura habitación
Lo consume día con día

Levantarse
Cuando ya no hay donde caer
Una decisión de cientos que
se toman envantana la vida;
como todas necesarias para cambiar,
El cambio es una nueva ventana
que se abre hacia un mundo nuevo

MI FUERZA

MI FUERZA

La muerte eterna de un pueblo
El hambre sofocante de mi gente
Por eso es que ahora hablo
En alto y con orgullo mi gente

Las lágrimas, aquellas lágrimas frías
De aquellas madres y de sus crías
Lo vi, lo viví, fui testigo
Y ese recuerdo es mi castigo

La esperanza muere lenta
La avaricia contra ella atenta
La pobreza como la hiedra crece
Los hombres por ella padecen

El campesino y su familia fiel
El sudor de él trabajador aquel
Y su patrón acariciando su poder
Haciendo a la gente padecer

Basta no lo voy a permitir
La libertad vengo hoy a exigir
Contra el poder y el mandoContra su poder y su pecado